quiso romper todos los esquemas del catering tradicional y montar una cocina en vivo para que sus invitados pudieran pedir en el momento lo que les provocara y que la cocina los atendiera a su gusto. ¿Una locura? Pues sí, pero así es el Tío Luchín, cuando se le mete algo en la cabeza, va y lo hace.
Y se fue al mercado, compró cocina, ollas y demás utensilios. Escogió ingredientes para todos los platos que anotó en una pizarra, más de 30 opciones diferentes y le dijo a familiares y amigos que desde las 7 de la noche estaría abierta la cocina hasta que se sirviera el caldo de gallina al amanecer.
Y así nació la barra del Tío Luchín. Siguieron las barras en el cumpleaños de la esposa, los hijos y después los sobrinos comenzaron a llamar. Ellos también querían al Tío Luchín cocinando en sus fiestas... y ya no paró. Hoy en día el Tío Luchín acompaña a sus sobrinos en sus días más importantes, los invitados disfrutan su comida... todo lo que quieran, las veces que quieran y por supuesto, al instante, preparado especialmente para cada uno.
No hay mejor plato que el preparado al instante especialmente para ti. Esa es la especialidad del Tío Luchín.
Puedes pedirnos cualquier tipo de comida, que nosotros lo cocinaremos para tí, cuando y donde quieras.